El mercado residencial madrileño ofrece realidades muy diferentes según el barrio en el que se invierta. Salamanca se mantiene como epicentro del lujo inmobiliario, con operaciones de alto valor simbólico, pero con retornos cada vez más ajustados. Frente a ello, Tetuán se consolida como un distrito en transformación, donde la compra de viviendas a reformar puede generar un rendimiento claramente superior. La primera gran ventaja está en el coste de entrada. Mientras que en Salamanca el metro cuadrado supera los 7.000 euros y en las zonas prime puede sobrepasar los 10.000, en Tetuán los precios habituales oscilan entre 3.500 y 5.000 euros. Esta diferencia permite al inversor adquirir inmuebles de mayor tamaño o diversificar la inversión en varios activos con el mismo presupuesto. En cuanto a la evolución de precios, Salamanca se encuentra en un estadio maduro, con un recorrido de revalorización limitado. Tetuán, en cambio, vive un ciclo expansivo gracias a proyectos de nueva promoción, rehabilitaciones a gran escala y la llegada de población joven con poder adquisitivo. Este fenómeno sostiene incrementos anuales por encima de la media de la capital. La rentabilidad por alquiler refleja también esa divergencia. Salamanca ofrece retornos brutos entre el 2,5 % y el 3 %, mientras que en Tetuán se alcanzan fácilmente niveles del 4 % al 5 %. La demanda en el distrito es sólida: jóvenes profesionales, familias y estudiantes internacionales que valoran su ubicación estratégica dentro de la M-30 y unos precios aún accesibles. Otro elemento diferencial es el efecto de la reforma. En Tetuán, una rehabilitación integral bien planificada puede incrementar el valor del inmueble entre un 20 % y un 35 %. En Salamanca, aunque la calidad de la reforma debe ser más alta, la capacidad de generar plusvalía adicional es menor, ya que el barrio ya se encuentra en precios máximos consolidados. También la liquidez se comporta de forma distinta. El comprador en Salamanca es más reducido y exigente, con un perfil internacional de alto poder adquisitivo, lo que ralentiza las operaciones. En Tetuán, la base de demanda es más amplia, lo que permite vender con mayor rapidez tras la reforma.
Como resumen, el Barrio de Salamanca aporta seguridad y prestigio, pero con rendimientos ajustados. Tetuán representa hoy una de las oportunidades más claras en Madrid: precios de entrada competitivos, revalorización sostenida, rentabilidad por alquiler superior y un gran potencial de mejora mediante la reforma. Nuestro equipo cree que este distrito es un escenario idóneo para quienes buscan no solo conservar su capital, sino multiplicar su valor en el corto y medio plazo por encima de la mayoría de las zonas de Madrid.
